JORNADAS DE COCINA POPULAR MALAGUEÑA EN EL MERENDERO DE ANTONIO MARTIN
La Malagueta, 4. Málaga.
Telf.: 951 77 65 02
Relación calidad-precio: 8 (Menú: 18 €)
Fecha: Del 26 de enero al 28 de febrero 2016
Texto y fotos: Lutz Petry
Después de pasar por diferentes intentos frustrados -La Moraga de Dani Garcia fue de los fracasos más sonoros- el histórico restaurante Antonio Martín parece encauzar su rumbo con la gestión del omnipresente grupo empresarial Gorki.
El espacio que ocupaba el antiguo restaurante se ha dividido ahora en dos salas -tras el cierre de El Tres, cuyo intento de rescatar la alta cocina de los 70-80 no ha cuajado entre el público malagueño- bien diferenciadas.
Por un lado continua en una sala más pequeña Ba, en cuya carta se fusionan platos japoneses con productos locales, y por otro, ocupando las salas más luminosas y amplías, se ha inaugurado recientemente El Merendero de Antonio Martín, una clara apuesta por la cocina tradicional andaluza .
Platos de siempre, aunque levemente actualizados, que se presentan en un atractivo escenario de aire desenfadado y vintage -manteles de cuadros, vajilla Duralex, sillas plegables de madera- con el Mar Mediterráneo de fondo.
El menú de estas recomendables jornadas -que incluye una ensalada, un plato de pescaito frito y un plato de cuchara a elegir del chef Cristian Soler- se ofrece al módico precio de 18 € y solo se sirve al mediodía.
Para empezar, una ensalada «de verdad» con lechuga rizada fresca, -por que se sigue abusando en tantos restaurantes del horrible mezclum de bolsa ?- cebolla, tomate y atún confitado de calidad que se aliña con A.O.V.E. y un buen vinagre de Jerez. Perfecta.
Tampoco desmerece la «Moraga de sardinas» ni las «Almejas a la marenga», preparadas con un sofrito con abundante -quizás demasiado- pimiento verde y rojo.
Es algo discreta la «Cazuela de fideos con boquerones» – que está elaborada con un fondo un tanto denso y oscuro-, plato emblemático de la comida casera malagueña. Y es magnífica la «Olla de pulpo y garbanzos», con todos sus ingredientes cocinados en el punto exacto.
También es impecable el «Bacalao encebollao», perfecto de textura y con su punto de sal adecuado, plato típico del interior de la provincia.
Como cierre del menú, un buen «Milhojas de crema». Y para beber, Flor Floris, un blanco elaborado con uva moscatel de Alejandria de la bodega Pérez Hidalgo que se acoge a la D.O. Sierras de Málaga.
El servicio -comandado por el jefe de sala Francisco García- se muestra atento pero discreto a la vez, y el ambiente, bastante acogedor y cosmopolita, invita al relax.
Los fines de semana conviene reservar con antelación.